Texto originalmente publicado en elnuevoconservador.com.
Su arte multifacético, prolífico, híbrido, figurativo y poético, es una perfecta confluencia de lo cubano, lo español y lo universal 2c211v
Texto originalmente publicado en elnuevoconservador.com.
MAIMI.- El pintor cubano Felipe Alarcón Echenique, amante y experto del collage figurativo neocubista, residente en España y ganador del Premio Internacional El hombre de La Mancha, entre otros reconocimientos a su talento, ha traído a Miami dos exposiciones que se inaugurarán este mes: Paraísos bíblicos atemporales (sábado 14, 2:00 pm. Universidad San Thomas, 16401 NW 37 Ave., Miami Gardens) y La ciudad de las columnas (viernes 20 de junio, 8:30 p.m. Artefactus Gallery, 12302 SW 133rd Ct., Miami), ambas con entrada libre y la presencia del artista.
De Paraísos bíblicos atemporales, serie en la que confluyen imaginación y oficio, torbellino y belleza, figuración neocubista y simbolismo, ingenio y adoración, y donde el creador combina óleo, collage, grabado digitalizado y pan de oro desgastado, Gregorio Vigil-Escalera invita a irar “primeramente esas definiciones formales que encuadran esa inmensa y agrupada figuración en unos contornos que la encierran en un espacio interno de connotaciones místicas y barrocas. Con lo cual se concibe más singular y asombrosa la transfiguración plástica que hace el autor de una dramaturgia cristiana que en cierta medida le ha sido ajena, dado sus orígenes culturales y sociológicos afrocaribeños. La razón es que su adaptabilidad pasmosa y maravillosa es producto de una realidad profunda, la suya, que es un universo de posibilidades, ricos matices y evoluciones a lo largo de su existencia”, asegura el crítico de arte y periodista español.
España le ha aportado mucho al arte de Alarcón Echenique, transformándolo en un creador hispanocubano, un cubano convertido en ciudadano español, que, más allá de lo cívico y lo temporal, tal como evidencian sus no pocas exposiciones de las últimas dos décadas, ha bebido de lo mejor de las artes de España y Europa con total consciencia y pasión, ha interactuado con la iconografía y mitos de la cultura española, y ha pintado no solo sus experiencias de exiliado, sino también su interpretación de una historia continental, imperial y posmoderna que, tal vez como un español de ultramar, nunca le fue ajena, a pesar de la distancia y otros muros visibles y a veces invisibles levantados para mal en su isla natal. Su arte multifacético, prolífico, híbrido, figurativo y poético, es una perfecta confluencia de lo cubano, lo español y lo universal. Y con Paraísos bíblicos atemporales, se adentra, con la fuerza visual de su estilo, en los reflejos de la cristiandad en estos y otros tiempos. Todo este collage, que a veces pareciera interminable, le ha aportado Alarcón Echenique a la España contemporánea, que como madre patria le ha abierto sus puertas y lo no en balde ha hecho suyo. Un abrazo perfecto en tiempos caóticos que piden a gritos un nuevo renacimiento.
Cuando Alarcón Echenique emprendió la serie Paraísos bíblicos atemporales, no lo hizo para “rehabilitar una imagen idealizada del Edén, sino para desentrañarla, para poner sus escombros ante nuestros ojos”, confiesa. “Me sumergí en las capas de mito y símbolo hasta descubrir, no un origen puro, sino un palimpsesto donde coexisten la ruina y la esperanza herida. Pinto desde la arqueología de lo sagrado: investigo fragmentos de relatos —la creación, la caída, el exilio, el sacrificio— y los exhumó para resignificarlos en un presente donde todo hace referencia a algo roto. En cada lienzo veo, primero, el hueco que deja la promesa incumplida; después, la grieta por la que se asoma nuestra humanidad fragmentada”.
En el catálogo de esta muestra, explica su proceso de trabajo, donde entrelaza óleo sobre lino en capas superpuestas y otros elementos: “geometrías translúcidas se entrelazan con trazos secos de carboncillo, y en ocasiones irrumpen papeles intervenidos por grabados digitalizados. Con pan de oro envejecido o pigmentos minerales me atrevo a sugerir vestigios de sacralidad, pero casi siempre corro el borde del rasgón: el brillo aparece desconchado, como un recuerdo que se resiste a quedar intacto, también técnica mixta cartulina utilizando el collage para darle fuerza y vitalidad a los distintos micromundos que conviven entre sí”.
Su técnica, resalta Alarcón Echenique, es “cubismo dilatado”, una aventura de trazos, colores, figuras y símbolos, donde “cada volumen estalla en facetas que ofrecen múltiples lecturas. Adán y Eva ya no posan en un jardín ideal; habitan espacios oníricos cuyos contornos se deshacen. Sus cuerpos están incompletos, sus rostros incomprensibles. No dibujo la inocencia, sino la pregunta: ¿qué resta de nosotros cuando el mito nos abandona?”, ha escrito.
Para este artista de energía y visión de explorador, el color “actúa como un lenguaje” y los paisajes que genera, son “atmósferas, que hacen guiños a distintos sucesos de la historia del arte y distintos pasajes bíblicos Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, no lugares definidos. A veces se advierte la presencia de una ruina arquitectónica: un pórtico que sugiere Templo, una escalera que no conduce a ninguna parte, un arco a medio desmoronar. Otras, solo un vacío denso, casi táctil, donde las figuras flotan —o quizás caen— atrapadas en un tiempo fuera del tiempo”.
El escritor y editor cubano exiliado en Alemania, Amir Valle, quien es además un autor cristiano, considera que Paraísos bíblicos atemporales no es solo una serie extraordinaria a nivel formal y conceptual. “No se trata de la típica recurrencia en el símbolo, como han hecho hasta la fecha otros artistas en la historia universal de la pintura cristiana; no es tampoco la repetición de esa mirada mítica y marcadamente religiosa que ha impuesto universalmente el cristianismo (sea católico, ortodoxo, protestante o anglicano). Estamos ante una interpretación muy personal de Felipe Alarcón Echenique de la huella que el cristianismo ha dejado en ese hombre que, según el texto bíblico en el libro de Génesis 1:27, Dios creó a su imagen y semejanza. Ese detalle tan singular tipifica todas las obras de esta serie: en cada pieza, hay un diálogo entre las “criaturas” y esas imágenes que nos trasmiten una idea histórica de cómo la sociedad ha asumido la espiritualidad de lo divino. Diálogo en el cual el artista se convierte en un dramaturgo que coloca sus figuras en retroalimentación con esos íconos cristianos, de modo que escuchemos la voz de todos esos universos carnales y espirituales que atrapa en esas espectaculares escenas, pero también el eco del legado de valores e ideas del cristianismo, y todavía más, que cada persona que observe estos cuadros, busque en esos diálogos abiertos de inteligencia las marcas espirituales que lo definen como ser humano”, ha escrito en el catálogo de la muestra el autor de Habana Babilonia y Las palabras y los muertos.
Alarcón Echenique, inquieto fabricante de collages de sueños, siente que exponer en Miami, y especialmente en la Universidad San Thomas, la serie Paraísos Bíblicos Atemporales, comisariada por Isabel Medina, es “una oportunidad profundamente significativa, no solo como artista, sino también como investigador visual de la memoria, el mito y la herencia cultural compartida. Esta serie nace de una necesidad de reinterpretar los relatos sagrados desde una perspectiva contemporánea, fragmentada, donde el paraíso no es un lugar perdido, sino un territorio simbólico en constante transformación”, ha dicho el pintor a El Nuevo Conservador.
La Universidad San Thomas, según el pintor, le ofrece un contexto ideal para, a través de esta exposición, abrir un diálogo pictórico entre el arte y el pensamiento crítico. “Presentar aquí esta serie me permite acercar mis preocupaciones estéticas y filosóficas a nuevas generaciones, en un entorno donde la reflexión sobre lo espiritual, lo simbólico y lo histórico cobra un nuevo sentido. Esta exposición representa un puente entre distintas culturas y temporalidades: el imaginario bíblico ancestral y las tensiones del presente. Me interesa que los espectadores —especialmente los jóvenes— se enfrenten a estas imágenes como fragmentos arqueológicos de un paraíso que hemos heredado, distorsionado y reconstruido una y otra vez. Para mí, llevar esta obra a un espacio universitario no solo tiene un valor expositivo, sino que se convierte en una forma de sembrar preguntas. ¿Dónde está hoy el paraíso? ¿Es una promesa, una ruina o una invención constante?”, reflexiona así el artista.
En La ciudad de las columnas (Artefactus Gallery) Alarcón Echenique se adentra en otros espacios, pero con el mismo espíritu que le obliga a registrar la memoria, la suya y la de otros, para salvarlas del vulgar olvido. La Habana, que alguna vez fue la ciudad de las columnas y hoy es una ciudad en ruinas, fábrica de escombros y desalientos seriados, es una impactante metáfora visual del pasado deslumbrante convertido en solares, no sólo arquitectónicos sino también espirituales. Se trata de una serie, tan hermosa como dolorosa, donde las rotas columnas de la ciudad –símbolo de todo un país– abrazan la tragedia, la memorias, los miedos y anhelos de una isla que el pintor lleva dentro, que ya no es la misma que contemplaba desde el Cristo de La Habana, cuando vivía en Casablanca, y de las cuales, la del pasado y la del futuro al menos inmediato, no se podrá apartar jamás.
Nacido en La Habana el 21 de marzo de 1966, comenzó su formación artística formal en la prestigiosa Academia de Bellas Artes San Alejandro. En 1987, completó sus estudios de Educación Artística. Desde 1987 a 1995 impartió clases de Artes Plásticas en Educación Primaria y Secundaria Básica. Para ampliar su formación, Alarcón estudió en el Instituto Superior de Arte José Varona entre 1995 y 1998, donde obtuvo la licenciatura en Educación Artística. Al inicio de su carrera profesional, dirigió un taller en la calle Obispo de la Habana Vieja entre 1996 y 1997, un período que marcó significativamente su desarrollo artístico.
Su trabajo abarca la pintura, el grabado, el dibujo y la escritura. Como miembro distinguido de VEGAP y de la Asociación Española de Pintores y Escultores de Madrid, preside la Asociación Iberoamericana de Creadores (ACI). Con sus invenciones busca reflejar el caos de la vida moderna y representar diferentes universos mediante micromundos para crear paralelismos. Sus composiciones figurativas se realizan con técnicas mixtas y materiales reciclados. Captura el caos contemporáneo, el pasado, el presente y el futuro de diversos acontecimientos en un plano bidimensional, superponiendo figuras e imágenes de diferentes órdenes jerárquicos.
“La mirada humanista y cuestionadora de la existencia” es una de las constantes en la obra de Alarcón Echenique. “Cada serie surgida de su prolífica imaginación, cada cuadro, cada imagen atrapada en esos trazos, es una reflexión sobre esos caminos que la humanidad ha transitado. Es, me atrevo a asegurar, uno de los aportes más profundos que se ha hecho desde las artes plásticas cubanas a las diversas y distintas circunstancias políticas, sociales, históricas en fin, en las que esa humanidad ha venido dando sus pasos por esta tierra. Un sello de su mirada artística es el contrapunteo entre lo nacional cubano y lo distintivo universal, entre sus credos más íntimos como creador y el legado de la cultura universal. Así que nadie podría extrañarse de que ahora incursione en una temática tan esencial como el impacto bíblico en las sociedades pasadas y presentes, un impacto que, como se sabe, es raíz de la cultura occidental, a la que este incansable artista pertenece”, asegura Amir Valle.
Volver a exponer en Miami tiene para Alarcón Echenique un profundo valor afectivo, cultural y simbólico. En 2016 pintó el mural Sinergia del Conocimiento en la biblioteca J. F. Kennedy, en la ciudad de Hialeah, perteneciente a la red de bibliotecas públicas del condado de Miami-Dade.
“Miami ha sido testigo de varios momentos cruciales en mi trayectoria artística y personal, un espacio de tránsito, diáspora y resonancia donde convergen muchas de las temáticas que atraviesan mi obra. Presentar nuevamente mis trabajos aquí, con las series Paraísos Bíblicos Atemporales y La Ciudad de las Columnas, es una forma de reencontrarme con un público diverso, sensible a las capas de sentido que propongo. Ambas series dialogan con la idea de la memoria como territorio fragmentado: en una, el mito bíblico revisitado desde una perspectiva contemporánea; en la otra, la Habana imaginada como ciudad suspendida entre la grandeza y la ruina, entre la arquitectura y la ausencia”, reconoce el pintor.
2025
La Ciudad de las columnas. Artefactus Gallery. Miami, USA.
Paraísos Bíblicos Jorge A.Sardiñas Gallery/St.Thomas University. Miami, USA.
Travesía compartida. Galería Captaloona Art. Madrid, España .
2024
Naturaleza figurativa. Abstracta Studio Gallery. Mallorca, España.
Arte por la Paz. Exposición itinerante. Museo Rafael Coronel, Zacatecas. Ciudad de México.
2023
Picasso, mestizo. Fundación Obra Pía de los Pizarro, Palacio Barrantes Cervantes. Trujillo, España.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Art Libris. ARCO. Madrid, España.
Arte por la Paz. Exposición itinerante, por localidades de Extremadura: Casa de Cultura de Alange, Universidad Popular de Olivenza, España.
2022
Arte por la Paz. Exposición itinerante, por localidades de Extremadura: Casa de Cultura de Valdelacalzada, EASD Mérida, Educarex, España.
2021
Sinergia. Arte Iberoamericano Contemporáneo, Fundación Obra Pía de Los Pizarro, Palacio Barrantes Cervantes. Trujillo, España.
Sinergias. Silo de Hortaleza. Madrid, España.
Presentación del libro: Quijote de ensueño, Casa Natal de Cervantes. Alcalá de Henares, España.
Micromundos galácticos. Galería Libros Arte. Madrid, España.
Visiones de El Persiles. Captaloona Art. Madrid, España.
2020
La ceguera. Centro Cultural de Sanchinarro. Madrid, España.
2018
Mestizo. Galería PopArte. Madrid, España.
Recreaciones Cervantinas. Instituto Cervantes de Lyon, Francia.
Paraísos bíblicos atemporales. Sábado 14 de junio, 2 p.m. Universidad San Thomas, 16401 NW 37 Ave., Miami Gardens, FL., 33054. Entrada libre.
La ciudad de las columnas. Viernes 20 de junio, 8:30 p.m. Artefactus Gallery, 12302 SW 133rd Ct., Miami, FL., 33186