El 2 de junio de 1953 la coronación de la Reina Isabel II no solo marcó el inicio de su reinado, sino que se convirtió en un hito global 675nb
Desde su ascenso al trono en 1952, la reina Isabel II se reunió con todos los presidentes estadounidenses en ejercicio salvo con Lyndon Johnson y Joe Biden, es decir 12 desde Dwight Eisenhower hasta Donald Trump.
AFPMIAMI.- Hace exactamente 72 años, el 2 de junio de 1953, el mundo fue testigo de un evento de trascendencia histórica y mediática: la coronación de la Reina Isabel II. Un evento que no solo consolidó a una joven monarca en el trono, sino que también hizo historia al ser la primera coronación británica en ser televisada en su totalidad.
Con solo 27 años al momento de su coronación, la Reina Isabel II había ascendido al trono 16 meses antes, en febrero de 1952, tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI. Su juventud, combinada con el esplendor de la ceremonia, fue vista como un poderoso símbolo de esperanza y un renacimiento para el Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial.
La joven reina asumía el trono en un momento de profunda transición, con el Imperio Británico evolucionando hacia la Commonwealth, y su coronación simbolizó el inicio de una nueva era.
La decisión de televisar el evento, impulsada por la propia Reina Isabel permitió que más de 27 millones de personas en el Reino Unido vieran la ceremonia desde sus hogares. Millones más la sintonizaron en todo el mundo.
Los preparativos para este evento tomaron 16 meses, con ensayos meticulosos que no dejaron pasar ningún detalle. La ceremonia tuvo lugar en la venerable Abadía de Westminster, un sitio tradicional para las coronaciones británicas desde 1066.
La Reina Isabel II hizo su entrada en el icónico Gold State Coach, el carruaje real usado por la familia real desde el siglo XVIII.
Durante la ceremonia, lució el imponente vestido de coronación, diseñado por Norman Hartnell, bordado con los emblemas florales de los países de la Commonwealth, y el famoso Manto de Estado de terciopelo y armiño.
Fue coronada con la histórica Corona de San Eduardo, una joya de oro macizo con 440 piedras preciosas, que pesa aproximadamente 2,2 kg, la cual se utiliza exclusivamente para este tipo de evento.
Al evento asistieron más de 8.000 invitados, incluyendo representantes de 129 naciones y territorios, formando una reunión sin igual de líderes mundiales. Entre ellos, el entonces príncipe Carlos, de tan solo 4 años, quien hizo historia al ser el primer niño en presenciar la coronación de su madre como soberana.
Un dato crucial fue el papel fundamental del Duque de Edimburgo, Príncipe Felipe, en la planificación de la coronación; de hecho, fue el primero en presentar sus respetos a la recién coronada Reina.
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