miércoles 11  de  junio 2025
REPORTAJE

Tarifazo de Etecsa amplifica las nuevas voces del cambio en el sector estudiantil 1g6523

"El tarifazo de Etecsa traspasó esa frontera de permisividad y simulación en muchos de nosotros. Sobre todo los jóvenes" 41u5e

Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

Digámosle Kirenia, 21 años, estudiante de medicina que reside en un barrio marginal al sur de La Habana. La joven quiere que publiquen sus opiniones con el nombre real. Le explico las probables consecuencias. No le importa. “La Seguridad del Estado no puede hacerme nada. Solo estoy diciendo la verdad de lo que pasa en Cuba. El gobierno debiera aprovechar la frustración que ha causado las tarifas de Etecsa para acceder a internet y sostener un diálogo serio con el pueblo. Si tuvieran un ápice de vergüenza debieran renunciar”.

La muchacha, como una mayoría de cubanos, desconoce la capacidad de intimidar, acosar y reprimir de la policía política. Está orgullosa consigo mismo. Hasta el 29 de mayo de 2025 era una estudiante aplicada que soñaba con ser pediatra y una voraz consumidora de seriales, filmes y novelas. Se sabe de memoria el nombre de decenas de culebrones brasileños o turcos. “Me gustan las películas de temas históricos. La de Nelson Mandela, que interpreta Morgan Freeman es una de mis preferidas. Mi papá me paga 1,500 qpesos mensuales para tener Neflix en el móvil”, señala sentada en el asiento trasero de un viejo taxi colectivo.

Navegar por internet es el único momento de libertad que conoce. “Entro en diversos sitios y doy mis opiniones. Antes publicaba con un seudónimo. Después que Etecsa subiera los precios irracionalmente pongo mi nombre. El 30 de mayo, cuando se implementó la medida, marcó un antes y un después en mi vida”. Hablar de política nunca fue una prioridad para Kirenia. “Pero la realidad de Cuba te obliga a conversar de política. En cualquier casa es el tema principal de conversación familiar. Mis padres en determinado momento apoyaron a Fidel. Ahora se sienten estafados”.

“Todo es muy triste. Nunca había pensado marcharme de Cuba. Pero el drama que vivimos te obliga a emigrar. La decisión del gobierno de subir los precios de internet provocó un cambio inesperado en mí y en muchos colegas de estudios. Nunca hablé en voz alta en las reuniones. El gobierno jamás me pidió una opinión. El rol era ser un zombi, un robot programado. Aplaudir cualquier disparate, marchar en la Plaza cuando nos convoca el gobierno o ir temprano a votar en las elecciones que se montan. Los cubanos hemos sido actores secundarios. Ciudadanos de tercera clase. Pero siempre hay un límite. Y el tarifazo de Etecsa traspasó esa frontera de permisividad y simulación en muchos de nosotros. Sobre todo los jóvenes, que somos los que más consumimos internet para escapar de esta locura”.

Kirenia se dirige hasta el Centro de Negocios ubicado en 3ra. y 76, Miramar. “Quiero tirar fotos con el móvil de la flota de carros nuevos de Etecsa, muchos comprados, a pesar del bloqueo, en Estados Unidos e indagar cuánto cuesta rentar esas oficinas, que cobran en dólares. La próxima semana, nos dijeron en la facultad, tendremos otra reunión con funcionarios del gobierno. Quiero preguntarles cómo en medio de la crisis económica y el déficit de dólares que dice la presidenta de Etecsa, la empresa puede permitirse gastar cientos de miles de dólares, quizás millones, en cosas que no son prioritarias”.

En audios que circulan por internet se escucha a varios estudiantes universitarios preguntarles a los funcionarios del monopolio de telecomunicaciones ¿dónde está el dinero?. Un estudiante de matemáticas de la Universidad de La Habana sacó cuentas del dinero reportado por Etecsa, y demostró que duplicaba los 150 millones de dólares que según Tania Velázquez, presidenta de la empresa, necesitaban anualmente para mantener los servicios.

La dictadura verde olivo no esperaba que el tarifazo generara tanta impopularidad. Sobre todo en el sector estudiantil, hasta ahora apartado de las polémicas y las protestas callejeras causadas por los apagones, el déficit de alimentos, de agua, de transporte y medicamentos, entre otros.

“A mí también me sorprendió la reacción de los muchachos universitarios. Tengo temor, pues mi hijo estudia en la universidad y se ha sumado al parón. Ya no me pide dinero para salir el fin de semana o me habla de emigrar del país. Ha cambiado de chip. Ellos ahora no solo quieren que bajen los precios de internet, pretenden entablar un diálogo con el gobierno para encontrar soluciones a la crisis económica. Ya no quieren ser testigos mudos. Quieren ser parte de la solución. Probablemente sea lo único bueno que trajo el tarifazo: despertar la conciencia en los estudiantes universitarios, que por sus aptitudes están llamados a ser los que lideren las reformas en Cuba”, acota la madre de un estudiante de medicina.

Son 31 las facultades universitarias en el país que se han sumado a la ola de protestas en el ámbito universitario después que el monopolio de Etecsa impusiera nuevas tarifas para el servicio de internet móvil. Ante la demanda de los estudiantes, la respuesta del gobierno fue ofrecer como paliativo otro paquete limitado de tres gigabytes por igual precio: 360 pesos. La comunidad universitaria rechazó la alternativa porque excluye a otros sectores sociales y restringe el derecho a navegar por internet.

“Mucha gente en la calle se pregunta: cómo es posible con tantos problemas que hay en Cuba, desde el hambre a la escasez de bienes, el foco se ponga en la subida del precio de internet”, afirma Joel, estudiante de la Universidad de La Habana. La respuesta es sencilla, esa medida es la gota que derramó el vaso. Todas y cada una de las medidas decretadas por el gobierno de Díaz-Canel han empobrecido a los cubanos. ¿Por qué no se organizó el pueblo e intentó entablar un diálogo con las autoridades? Simplemente porque no existe forma y nunca le dieron esa oportunidad. La liberación llegó el 11 de julio de 2021 o en cualquiera de las muchas protestas que hay provocadas por la falta de comida y los apagones de 20 horas diarias”.

“Tal vez el gobierno creyó que subir los precios de internet no iba a generar tanto descontento. Ya habían subido el precio de la electricidad, la gasolina y dolarizado parcialmente la economía. La frustración se palpaba en las redes sociales, pero no se revertía en un estallido social. Racionar internet, una decisión más política que económica, ha provocado el disgusto incluso hasta de sus partidarios. El papel de las universidades es muy importante. En cualquier sociedad los estudiantes universitarios son los más contestatarios y los más preparados. Cualquier reforma que haya en Cuba tienen que contar con nosotros”, concluye Joel.

Las propuestas estudiantiles van más allá de la restitución de precios de internet. Una alumna de la Facultad de Lenguas Extranjeras informó la creación de un grupo multidisciplinario integrado por estudiantes para abordar posibles soluciones de conjunto con directivos de Etecsa.

Otros estudiantes quieren conversar directamente "con el gobierno, que fue quien planificó las medidas”. Un alumno de la Universidad de La Habana señala que “los estudiantes universitarios debemos aprovechar los espacios que tenemos en este amago diálogo con funcionarios del gobierno, que más bien parece una catarsis, porque la parte oficial no da síntomas de cambiar el tarifazo ni ofrece soluciones. Tampoco trazar una hoja de ruta para enfrentar las múltiples crisis que atraviesa el país. Otros sectores de la población no tienen esa posibilidad".

"Tenemos que asumir un rol decisivo en el futuro. O emigrar después de graduarnos y dejar que el país se convierta en un asilo de ancianos”. Asegura que nunca hubo “tanta coincidencia de criterios entre los alumnos de diversas facultades y provincias como en estos momentos. Al terminar nuestra exposición la sala estallaba en aplausos. Hay que dejar el miedo a un lado. Tenemos que coger el toro por los cuernos”.

Desde que el 19 de enero de 2008, Eliecer Ávila, alumno de cuarto año de ingeniería informática a la Universidad de Ciencias Informáticas, sostuvo un encuentro con el entonces presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Ricardo Alarcón, en un debate con estudiantes reunidos en el teatro de la institución, y con sus preguntas dejó en evidencia al representante de la dictadura, las universidades en la Isla estuvieron bajo el control del régimen. Kirenia considera que llegó el momento de pasar a la acción: “Es ahora o nunca”.

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