Según el gobernador demócrata, el despliegue militar que ordenó Trump es "ilegal", pese a los disturbios y el caos que han ocasionado las protestas 53562m
Un manifestante que participa en los disturbios en Los Ángeles levanta el puño mientras sostiene una bandera mexicana frente a un vehículo de Waymo que fue incendiado durante una "manifestación" tras las operaciones federales de inmigración en Los Ángeles.
AFPLOS ÁNGELES — Revés para el gobernador de California, Gavin Newsom. El juez federal Charles Breyer rechazó este martes la solicitud de emitir una orden de emergencia para bloquear el despliegue de soldados de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina de Estados Unidos en Los Ángeles.
La orden fue emitida por el presidente Donald Trump para sofocar los disturbios y el caos que se ha suscitado en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos desde el pasado viernes. Newsom y el fiscal general solicitaron un fallo urgente ante el Tribunal del Distrito Norte de California para evitar que el Pentágono ampliara la misión de la Guardia Nacional de California y la Infantería de Marina para sofocar las violentas manifestaciones que han causado destrucción en la ciudad.
Breyer desestimó la solicitud de California, pero otorgó más tiempo al gobierno de Trump para responder a la demanda. Así mismo, ha concedido a los demandantes presentar documentos de oposición antes de una audiencia programada para el jueves.
Horas antes del fallo, Newsom anunció este martes que presentó ante un tribunal una moción de emergencia para impedir el despliegue de militares en Los Ángeles por parte de la istración de Donald Trump, en el marco de las violentas protestas contra sus políticas migratorias.
"Acabo de presentar una moción de emergencia para bloquear el despliegue ilegal de marines y la Guardia Nacional por parte de Trump en Los Ángeles. Trump está poniendo al Ejército estadounidense en contra de los ciudadanos. Los tribunales deben bloquear de inmediato estas acciones ilegales", publicó en su perfil en la red social X.
Esta solicitud llega un día después de que la fiscal general de California, Rob Bonta, presentara una denuncia contra Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, por el despliegue "ilegal" e "incendiario" de las fuerzas de seguridad en Los Ángeles, explicando que el envío de tropas supone una "violación" de la Constitución.
Tras varios días de disturbios, finalmente la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró este martes un toque de queda nocturno en el centro de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, tras varias noches de protestas contra las redadas migratorias del presidente Donald Trump.
"He declarado (el estado de) emergencia local y decretado un toque de queda en el centro de Los Ángeles para detener el vandalismo y parar los saqueos", dijo a los periodistas.
Newson y Bass han minimizado los disturbios y el caos causado por violentos manifestantes. Han intentado responsabilizar al presidente Trump del aumento de la violencia durante las protestas.
Por otro lado, Trump anunció que contempla invocar la Ley de Insurrección en el caso de que la situación escale en la ciudad californiana y acusó a los manifestantes de recibir pagos por protestar contra las redadas y detenciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
La Ley de Insurrección establece el mecanismo a seguir para poder activar el uso de esta fuerza en momentos de violentos disturbios. Sin embargo, Trump recurrió a una normativa que le permite asumir las competencias estatales para convertirlas en federales y poder así desplegar estas tropas. Para ello, ha hecho uso del conocido Título 10, que establece el funcionamiento de las fuerzas estadounidenses.
Esto le permite ponerse por delante del gobernador californiano, si bien establece tres únicos escenarios para hacer federal el papel de la Guardia Nacional: ante una invasión o un peligro de invasión, ante una posible rebelión y ante la imposibilidad de hacer cumplir la legislación mediante el uso de las fuerzas de seguridad.
La acción del gobierno de California se produce a medida que aumenta el número de militares patrullando por el centro de Los Ángeles, escenario de violentas protestas desde el viernes por las redadas migratorias en diferentes puntos de la ciudad.
El demócrata no se ha referido a los ataques contra agentes de la Policía y agentes federales, tampoco a la destrucción de edificios públicos, quema de autos, y saqueos de negocios.
Pero el demócrata pide a la corte que prohíba la participación de militares en las redadas migratorias, usualmente a cargo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
Los primeros soldados de la Guardia Nacional llegaron a Los Ángeles con el mandato de resguardar edificios federales.
El lunes, varios de ellos estaban apostados frente a una institución federal, mientras la policía local controlaba una protesta adyacente.
La representante federal Maxine Waters dijo que no hay violencia en Los Ángeles, y que deben los estadounidenses confiar en ella.
Las autoridades locales insisten en que la "situación está bajo control", pero Trump decidió el envío de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y de 700 marines, lo que, según los demócratas, alimentó las protestas el lunes y avivó la batalla política entre el gobierno demócrata del estado de la costa oeste del país y la istración federal del republicano.
"Para decirlo sin rodeos, no hay invasión ni rebelión en Los Ángeles; hay disturbios civiles que no difieren de los episodios que se producen regularmente en comunidades de todo el país, y que son contenidos por las autoridades estatales y locales trabajando conjuntamente", reza el documento consignado por Newsom y la Fiscalía de California.
Pero Trump, y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, argumenta el texto, "tratan de llevar personal militar y una cultura guerrera a las calles".
FUENTE: Con informaciòn de Europa Press y AFP
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