En Islandia, la naturaleza muestra su ímpetu en un impresionante entorno natural con gran actividad volcánica en donde el fuego y el hielo forjan la isla 5h6s6
Un volcán entró en erupción en el suroeste de Islandia e iluminó el cielo nocturno
APMIAMI.- En Islandia se han cuantificado más de 200 volcanes por lo que cuando la tierra tiembla eso forma parte de la cotidianidad de sus pobladores, pero cuando uno de ellos, como el Grindavik entra en erupción, el pánico se apodera de la gente porque no se sabe ni el tiempo ni la cantidad de lava que expulsará.
Es un país insular europeo, con una población de 387.000 personas, cuyo territorio abarca la isla homónima y algunas pequeñas islas e islotes adyacentes en el océano Atlántico. Su capital es Reikiavik.
Islandia está situado justo donde se separan placas tectónicas lo que hace posible una gran actividad volcánica. Y esas líneas divergentes que se mueven alejándose una de otra provoca que la acumulación de magma (masa existente en el interior de la Tierra) se filtre a través de las fisuras, dando lugar a erupciones volcánicas cuando se acerca a la superficie.
Según escribió National Geographic, en Islandia, los volcanes son fuente de una inagotable belleza que transforma su paisaje constantemente, dando lugar a algunos de los paisajes más fascinantes de la Tierra.
Islandia con sus más de 200 volcanes es uno de los países con mayor actividad volcánica. A continuación algunos de los más importantes.
La erupción del volcán Eyjafjallajökull, en 2010, ubicado en el sur de la isla, duró varias semanas dejando enormes cantidades de ceniza volcánica
Se calcula que se formó hace unos 780.000 años, lo que lo convierte en uno de los más antiguos de la isla. Presenta una particularidad que comparte con muchos de los volcanes islandeses: está cubierto parcialmente por un glaciar.
La segunda montaña más alta de Islandia es, a su vez, un volcán activo que se ubica bajo la capa de hielo del glaciar Vatnajökull, el más extenso de Islandia. El Bárðarbunga forma parte de un sistema volcánico de unos 200 km de longitud y 25 km de ancho y, aunque la última vez que entró en erupción fue en 1910, en agosto de 2014 se registró un enjambre sísmico (un conjunto de eventos sísmicos durante un periodo de tiempo relativamente corto).
En Islandia, volcanes y glaciares generalmente son uno. El Katla, es uno de los volcanes más poderosos del sur de Islandia, y el Mýrdalsjökull, lo cubre.
Desde el año 930 se han registrado un total de 16 erupciones, siendo la última en 1918, motivo por el cual este volcán está intensamente monitorizado por los científicos de la isla. Debido a la gran cantidad de hielo que lo cubre y su proximidad a zonas habitadas lo convierten en uno de los más peligrosos de Islandia.
El cráter del volcán Askja alberga algunos de los lagos más fascinantes del país, como son el lago Viti –en primer plano de la imagen– y el lago Öskjuvatn, uno de los más extensos y profundos del país.
Es esa belleza tan singular la que hace del volcán Askja uno de los más famosos de Islandia. A pesar de que la última erupción del volcán tuvo lugar en 1961 y duró varias semanas, se caracteriza por ser un volcán muy activo.
Ubicado en el extremo noroeste del glaciar Vatnajökull se erige a 1725 metros sobre el nivel del mar. Dada su ubicación, estos lagos se encuentran bajo un manto helado que también cubre la gran cámara magmática del volcán homónimo.
Este volcán se ubica a 120 kilómetros de Reykjavik, siendo el único gran volcán del extremo occidental de la isla. Además, es el origen de numerosas historias y leyendas, siendo la más famosa la que ubica en el volcán Snæfellsjökull la entrada del recorrido subterráneo que el escritor Julio Verne propuso a sus lectores en la novela Viaje al centro de la Tierra.
Ubicado en el suroeste de la isla, en el volcán Hekla se han registrado más de 20 erupciones desde el siglo IX y durante su erupción en 1947, una de las más devastadoras de su historia, la columna de fuego y cenizas se elevó más de 30 kilómetros.
A diferencia de la mayoría de los estratovolcanes, el Hekla esconde una rareza geológica muy curiosa: no tiene un único cráter, sino que erupciona a través de una fisura que transcurre a lo largo de su cresta.
El volcán de Grindavík tiene una longitud estimada de la fisura de unos 3,5 kilómetros, considerablemente superior al de anteriores erupciones, y la velocidad del flujo de lava es de entre 100 y 200 metros cúbicos por segundo, lo que supone también un notable incremento en comparación con otras erupciones ocurridas en la península de Reykjanes durante los últimos años. Las autoridades han establecido planes de evacuación.
FUENTE: RTVE/ NATIONAL GEOFRAPHIC/ LA VANGUARDIA / EL PAÍS/ AP/ DIARIO LAS AMÉRICAS
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